Han pasado ya siete meses desde que comencé a invertir de forma constante y creo que es buen momento para compartir cómo evoluciona mi cartera. Ha sido un período con movimientos positivos, ajustes necesarios y también decisiones personales que han influido directamente en mi estrategia.
En paralelo a mis inversiones, estoy en proceso de comprar una finca con olivos y almendros, un proyecto agrícola que espero cerrar entre septiembre y octubre. Además, este mes empiezo un nuevo trabajo, lo que me permitirá aumentar mi capacidad de ahorro y seguir destinando parte de mis ingresos a los mercados financieros.
Mis inversiones en agosto
Durante agosto realicé diferentes aportaciones:
50 € en Bitcoin
11 € procedentes del sistema de ahorro automático (saveback)
75 € en IBEX 35
60 € en oro físico
100 € en S&P 500
350 € en MSCI World
En total invertí 646 €.
También decidí liquidar parte de mis posiciones en oro, MSCI China y MSCI Latinoamérica. Aunque tuve pérdidas moderadas, la idea era reorganizar la cartera y conseguir liquidez. Parte de ese dinero lo moví a la cuenta remunerada de Trade Republic, que ahora mismo ofrece un 2% anual.
La conclusión que saqué es sencilla: si un activo me da menos rendimiento que la cuenta remunerada, no me compensa asumir riesgos adicionales. Por eso prefiero centrarme en ETFs globales como el MSCI World o en activos con mayor respaldo como Bitcoin.
Septiembre: nuevas compras y liquidaciones
Este mes volví a hacer nuevas aportaciones:
25 € en Bitcoin
50 € en S&P 500
200 € en MSCI World
6 € del saveback
También liquidé una pequeña posición en el Core S&P500 con una ligera ganancia, con el objetivo de disponer de efectivo para reinvertir en octubre.
Un aprendizaje: el spread
Nunca me había detenido a calcular el spread de mis operaciones, pero este mes lo hice y los resultados fueron muy distintos según el activo:
En Bitcoin, la diferencia entre el precio de compra y el precio de mercado fue de unos 3.800 € por unidad, un spread enorme.
En el S&P 500, apenas llegaba a 1 €, prácticamente insignificante.
Esto me sirvió para confirmar que en los activos más volátiles, como las criptomonedas, es mucho más difícil evitar esas diferencias.

Evolución de la cartera
En septiembre el MSCI World mantuvo un crecimiento estable, mientras que Bitcoin subió con fuerza en la primera mitad del mes para luego corregir ligeramente.
Hoy por hoy, mi cartera se compone de tres activos principales:
MSCI World: +28 € aprox.
IBEX 35: +5 € aprox.
Bitcoin: +35 € aprox.
En total, tengo unas ganancias acumuladas de 60 € aproximadamente. Mi plan es seguir aportando 200 € al mes, distribuidos en 175 € para el MSCI World y 25 € para Bitcoin.
Conclusión
Después de siete meses, el balance es positivo. El crecimiento está siendo lento, pero constante, y sé que el interés compuesto jugará un papel clave dentro de unos años. Al inicio estuve varios meses con pérdidas de hasta 100 €, pero mantener la disciplina y seguir invirtiendo cada mes me permitió recuperar terreno y empezar a ver resultados.
Soy consciente de que los mercados son impredecibles, pero la experiencia me confirma que lo importante es la constancia y no dejarse llevar por las fluctuaciones a corto plazo. Ahora toca esperar qué nos deparan los próximos meses.
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