Desde hace ya unos meses el blues se ha apoderado de mi vida, seguramente sea por unos grandes cambios que me han afectado bastante y me han forzado a probar, hacer e intentar cosas nuevas. Ya escuchaba blues antes, pero ahora me he adentrado en el como nunca antes.
Encuentro este estilo musical maravilloso, es triste, solitario, desgarrador, sincero... Se toma su tiempo para expresar todo lo que tienes escondido, pero que al mismo tiempo quieres mostrar. Me acompaña a todos lados y no hay mejor lugar para escucharlo que cuando estoy trabajando en el huerto. Y la harmónica por dios, no hay mejor instrumento que ese. Para mí, consigue acoplarse a la perfección con mis emociones y es la que le da sentido a todos los otros instrumentos que la acompañan, incluida la voz.
La harmónica transmite una ternura que te acompaña en medio de la nada, te hace sentir cómodo y seguro en un lugar desolado, pero al mismo tiempo recuerda todos tus miedos. Te hace da energias para enfrentarte a lo desconocido, a la soledad, pero te pregunta... ¿Cómo hemos llegado aquí? Que un instrumento tan pequeño pueda transmitir todo eso, me parece increíble. Talvez soy yo un flipado que ha bebido demasiado té nocturno, pero esto es lo que pienso.
Cuando escucho blues, pienso en ese hombre mayor que entra en un bar para emborracharse y olvidar sus penas. Al verlo, la mayoría lo ignoran e incluso llegan a pensar que es un pobre desgraciado sin futuro, pero nadie piensa en su pasado. A veces es necesario tocar fondo para volver a levantarse, a veces hay que dejarse perder para escuchar. No hay que atascarse en el dolor, hay que aprender a vivir con el.
No hay comentarios: